“Friends” es una de las sitcoms de los 90 más populares en el mundo. La historia de un grupo de amigos marcó a toda una generación por sus diferentes personalidades y su buen humor. No obstante, este buen ambiente no se vivía detrás de las cámaras.
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Los actores no eran felices en el set de 'Friends', según guionista
De acuerdo con Patty Lin, productora y guionista de series como “Breaking Bad” y “Mujeres desesperadas”, la situación en el set de “Friends” empeoró durante la grabación de la séptima temporada.
En su autobiografía “End Credits: How I Broke Up With Hollywood”, relató que los actores saboteaban sus escenas para que vuelvan a ser reescritas.
“Los actores parecían infelices de estar atados a un show ya viejo y gastado cuando podrían estar haciendo otras cosas, y sentía que estaban preguntándose todo el rato cómo podía cada guion servirles a ellos específicamente. Sabían cómo sacar una carcajada, pero si no les gustaba un chiste parecía que lo bombardeaban deliberadamente, sabiendo que lo reescribiríamos. Docenas de buenos chistes se borraron porque uno de ellos lo murmulló con la boca llena de bacon”, explicó en su libro.
¿Los actores y guionistas de 'Friends' no tenían buena relación?
Por otro lado, Patty Lin contó que los actores de "Friends" tenían comportamientos agresivos cuando no les gustaba alguna parte del guion y no buscaban ayudar.
“Raramente tenían algo positivo que decir, y cuando traían problemas, no sugerían posibles soluciones. Se veían como guardianes de sus personajes, y normalmente decían que estos nunca harían o dirían algo. Ocasionalmente ayudaba, pero normalmente esas sesiones eran agresivas y no tenían la ligereza que esperarías de una sitcom”, comentó.
Además, esta situación no era diferente con los guionistas. “Era exclusivista, mucho más que cualquier otra serie en la que haya trabajado. Me recordaban a los niños ricos de mi instituto que compraban en Abercrombie & Fitch y conducían coches nuevos”, continuó.
Lin, quien era la única persona no blanca en el equipo, se sintió desplazada y no la llamaron nuevamente para la siguiente temporada. Algo que para ella, según sus relatos, fue un alivio. “No más reescrituras nocturnas, no más propuestas de bromas con ansiedad, no más sentirse como un pringado en la mesa de los niños populares”, concluyó.