Britney Spears explicó en su libro de memorias “The Woman in Me” que pensó que estaba jugando al casarse con Jason Alexander en Las Vegas. Al parecer, la cantante se arrepintió horas después, ya que anularon el matrimonio.
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Las revelaciones de Britney Spears
Como se recuerda, Britney Spears y Jason Alexander se casaron en 2004 en Las Vegas, pero ese matrimonio fue anulado 55 horas después. Varios de sus fanáticos pensaron que la cantante estaba loca en esos momentos, aunque recientemente se reveló la historia detrás de esa fugaz boda.
En un extracto del libro obtenido por la revista Time, Britney Spears explicó que en esos momentos Jason Alexander y ella estaban “desconcertados” cuando decidieron casarse. Asimismo, la artista al parecer no tiene muchos recuerdos claros de esa boda.
“Ni siquiera recuerdo esa noche en absoluto, pero por lo que he reconstruido, él y yo estábamos aburridos en la habitación del hotel y nos quedamos despiertos hasta tarde viendo películas (La sonrisa de Mona Lisa y La masacre de Texas). Luego tuvimos la brillante idea de ir a una Pequeña Capilla Blanca a las tres y media de la mañana”, confesó al inicio.
¿Qué otros detalles de la efímera boda de Britney Spears?
Cabe resaltar que Britney Spears insistió en que nunca tuvo un romance con Jason Alexander, pues dejó en claro que solo se llegó a casar con él por diversión.
“La gente me ha preguntado si lo amaba. Para que quede claro: él y yo no estábamos enamorados. Sinceramente, yo estaba muy borracha y probablemente, en un sentido más general en ese momento de mi vida, muy aburrida”, añadió al respecto.
A pesar que Britney Spears se llegó a casar con su amigo de la infancia, la unión solo duró 55 horas, ya que luego pidieron la anulación del matrimonio. Sin embargo, la cantante explicó que su familia no estaba feliz por esta boda.
“Le dieron demasiada importancia a una diversión inocente. Pensé que una boda en Las Vegas era algo que la gente podía hacer en broma. Luego vino mi familia y actuó como si yo hubiera empezado la Tercera Guerra Mundial. Lloré todo el resto del tiempo que estuve en Las Vegas (...) A esas alturas, yo los mantenía económicamente”, concluyó.