Un hombre le cobró hasta el último centavo a su pareja por cada cita. Mientras que muchos se esfuerzan por dar detalles sin obtener nada a cambio, este no sería su caso. La mujer le contó a su amiga que el sujeto usaba Excel para recordar los gastos que luego le cobraría. La increíble historia se hizo viral en Instagram en pocas horas.
Video que se hizo viral en Instagram
Como era de esperarse, la confesión de la fémina despertó reacciones de indignación de cientos de mujeres en México. La situación guarda relación con un dilema que aún persiste entre las parejas modernas. Según comentó la mujer, el hombre con el que salía sentía satisfacción al organizar sus finanzas. Probablemente, esto se debía a que se había especializado en dicha matera. Sin ningún tipo de piedad, el sujeto pudo cobrarle a su pareja citas en restaurantes caros, paseos, viajes y hasta el dinero gastaron en moteles.
La usuaria @cestepha17 decidió contar el drama que vivió su amiga con un hombre que al parecer sería un tacaño extremo. “Yo no sé qué estaba pensando cuando se metió con él, porque el ‘man’ desde primera cita le dijo: ‘Bueno, ¿cómo vamos a pagar?’”, reveló.
En la actualidad todavía se piensa que el hombre debe hacerse cargo de los gastos en las primeras citas y salidas románticas. Sin embargo, este sujeto quiso cambiar esta situación a la fuerza. Para sorpresa de muchos, la mujer relató que el hombre en cuestión tenía un sueldo mucho mayor al de su amiga. También, reveló que a él le gustaba salir a los mejores lugares para comer. Al principio el sujeto pagaba la cuenta, pero luego de un tiempo ya no le salía a cuenta.
¿Qué dijo la amiga en sus redes sociales sobre el documento de Excel que usaba el sujeto?
“El ‘man’ ganaba tres veces, casi cuatro veces más que ella, y le gustaban las saliditas y las citas a ese nivel. Entonces mi amiga en su enamoramiento se dio la tarea de seguirle ese ritmo”, narró con una evidente molestia. A pesar de que el hombre era apuesto y pagaba ciertas cuentas, nunca se ganó la confianza de la amiga. Esto se debe a la extraña obsesión del hombre por anotar los ‘precios’ en un documento de Excel para cobrárselos a su pareja.