Según el relato de Ozzy Osbourne, al parecer su esposa Sharon Osbourne debido al constante consumo que tenía hace años, decidió quitarle la ropa y dinero para que no saliera a beber. Sin embargo, al ‘Príncipe de las Tinieblas’ no le importó eso y terminó vistiéndose con la ropa de su pareja.
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Ozzy Osbourne y sus problemas de adicción
Según las entrevistas que ha brindado Ozzy Osbourne, a lo largo de su carrera aproximadamente 30 años lo ha pasado “borracho” y 10 años, consumiendo diferentes sustancias. Estos severos problemas de adicción vienen desde su adolescencia, pues incluso cuando estaba en Black Sabbath terminaron separándolo del grupo por ese motivo.
En esa misma línea, Sharon Osbourne siempre estuvo al lado de Ozzy Osbourne mientras sufría estos problemas, por lo que en varias ocasiones se vio obligada a esconderle su ropa y dinero, para que no saliera a la calle a buscar las drogas.
Sin embargo, en una ocasión Ozzy Osbourne reveló que tanta era su adicción, que era capaz de ponerse la ropa de su mujer y salir a la calle:
“Recuerdo claramente haber usado los vestidos de Sharon en un esfuerzo por recordarme a mí mismo quién era y lo que estaba poniendo en riesgo. Fue una experiencia completamente humillante, pero también me hizo recordar lo brutal que había caído”.
Esto habría ocurrido en 1982, cuando Ozzy Osbourne salió a la calle y llegó a orinar en una esquina, vestido con la ropa de su esposa Sharon Osbourne. Al final el músico tuvo que pagar una multa y donar $10 mil dólares porque lo hizo delante de un cenotafio.
El raro episodio que atravesó por unos ácidos
Por otro lado, Ozzy Osbourne en 2018 reveló un extraño episodio que lo hizo tomar conciencia sobre su adicción, en su entrevista con Daily Star. Según lo que declaró, llegó a mezclar sus bebidas con ácido.
Fue así que Ozzy Osbourne vivió un raro episodio, pues aseguró que llegó a conversar con un caballo durante toda una hora, por lo que no quiso volver a pasar por eso:
“Solía tragar puñados de tabletas a la vez. El final llegó cuando regresamos a Inglaterra. Tomé 10 tabletas de ácido y luego salí a caminar por el campo. Terminé parado allí hablando con un caballo durante aproximadamente una hora (...) Al final, el caballo se dio la vuelta y me dijo que me fuera a la mierd*. Eso fue todo para mí”.