1. Debes ser constante.
La clave del gimnasio es la paciencia porque los resultados no se ven inmediatamente. Combina eso con perseverancia y trabajo duro y tendrás la mezcla perfecta para lucir el cuerpo que tanto sueñas. Ningún programa o receta o suplemento milagroso hará el mismo trabajo en tu cuerpo que una reconfortante rutina en el gimnasio a base de esfuerzo y sudor.
2. Un poco no es suficiente.
Solo puedes realizar ocho repeticiones de ese ejercicio que tanto te duele... Entonces aumentale una más. El primer día harás nueve, el segundo diez y, eventualmente, todo será más sencillo. No digas que no tienes tiempo. Si puedes entrenar 4 días a la semana, porque solo vas al gimnasio tres veces. ¡No te conformes con poco!
3. Define tu objetivo.
Si lo que necesitas es bajar de peso, enfócate en eso. Pero si lo que necesitas es tonificar o sacar músculos, hazlo. Pero no intentes todo desde el comienzo y al mismo tiempo. Sabemos que hay una variedad grande de rutinas, pero no tienes que hacerlas todas. Conversa con tu entrenador y establezcan el programa de ejercicios que mejor vayan contigo para lograr tu meta.
4. La meta no es el final.
Cuando cumplas un objetivo, fíjate el siguiente. No abandones el gimnasio apenas consigas adelgazar, recuerda que para mantener el estado también se necesita esfuerzo. Si tienes dudas sobre qué rutinas seguir, consulta con tu entrenador.
5. Ahora debes ser autocrítico.
No busques excusas para justificar una falta. Si quieres reducir el abdomen y te tentaron con un bocadillo inesperado, debes saber que no es correcto y subsanarlo con mayor trabajo y fuerza de voluntad. Hay momentos en que debemos ser duros con nosotros mismos.
* Bonus
Recuerda que siempre puedes acompañar tus rutinas de ejercicio con buena música. Eso te relajará y creará un ambiente más amigable para el duro trabajo que te espera.