AC/DC se ha ajustado milimétricamente a los que han sido los anteriores conciertos de la gira, tanto en el listado de canciones, con la ya consabida introducción de "High voltage", como en el espectáculo, lo que por otra parte era lo que esperaban y deseaban sus seguidores, que han gozado de su hard rock potente y sencillo, marcado por los riffs de Angus Young y la voz aguda y cascada de Brian Johnson.
Así, tras el espectacular vídeo animado de arranque, ha aparecido Angus Young al final de la pasarela para dar inicio a "Rock"n roll train", ya con toda la banda sobre el amplio escenario, con Brian Johnson compartiendo el protagonismo con el célebre guitarrista colegial, mientras que los otros tres miembros de la banda, el guitarra Malcom Young, el bajista Phil Ruud y el batería Cliff Williams aportan la base rítmica desde una posición siempre secundaria.
"Back in black" ha sido el primer gran clásico en ser interpretado y ha comenzado a elevar el ambiente, que ya estaba más que caldeado antes del inicio. "Big Jack", "Dirty deeds done dirt cheap" y "Shot down in flames" han dado paso a la enérgica "Thunderstruck" y a "Black ice", ya con Angus Young chorreando, sin gorro y la melena, que ya le escasea, empapada después de unas cuantas carreras por la muy usada pasarela.
Con San Mamés en punto de ebullición, iluminado por cientos de cuernos rojos luminiscentes, ha llegado la blusera "She"s got the jack", con el esperado streep-tease del colegial guitarrista, que ha lucido sus calzoncillos con el emblema de AC/DC y la mítica "Hells Bells", con la famosa campana y Brian colgado de ella.
La máquina de rock que son los australianos ha apretado el acelerador con "Shoot to trill", la recuperada "Hig voltage", la única novedad respecto a los conciertos de 2009, y el "hit" que es "You sook me all night long", para ya no soltarlo con la explosiva "TNT", con llamaradas en el escenario, y la rockanrolera "Whole lotta Rosie", con la gran muñeca hinchable.
Llegaba el primer cierre del concierto con "Let there be rock", que incluye un largo solo de Young tocando su Gibson SG en la pasarela, la plataforma elevadora y tirado por el suelo, todo ello entre cañonazos de confeti.
Para los bises, como en toda la gira, su gran éxito, "Highway to hell", luciendo los cuernos diabólicos y la despedida definitiva con los cañonazos reales de "For those about de rock (we salute you)" y los fuegos artificiales.
De esta forma, la banda australiana ha cerrado la enorme gira Black Ice, su último álbum de estudio, que inició en octubre de 2008 y en la que durante 21 meses han ofrecido unos 170 conciertos ante más de cuatro millones de fieles seguidores de América, Europa, Japón y Australia.
EFE