La autopsia realizada a Jett, el hijo mayor de John Travolta, confirmó la tesis de que su muerte se debió a un ataque que sufrió el adolescente, informaron medios locales.
El análisis del cuerpo, quien falleció el pasado viernes en las islas Bahamas, fue realizado por dos médicos forenses, se completó la mañana de hoy, aunque el informe con las conclusiones médicas aún no se ha dado a conocer.
Sin embargo, fuentes cercanas a este proceso confirmaron que las pruebas realizadas sobre el cadáver ratificaron la tesis de que la muerte de Jett Travolta se debió a un ataque.
Esos mismos testimonios descartaron que Jett hubiese perdido la vida debido a un accidente o un golpe contra la bañera, como se especuló en un primer momento.
Como se recuerda, el adolescente fue encontrado inconsciente en el baño de la residencia de los Travolta en las Bahamas y fue declarado oficialmente muerto tras su traslado en ambulancia a un hospital cercano en la localidad de Freeport.
Jett ya había presentado ataques en anteriores oportunidades, que según sus padres, tienen origen en la enfermedad de Kawasaki, que padeció cuando era un niño y que le producían la inflamación de los vasos sanguíneos.
Los abogados de John Travolta, Michael Ossi y Michael McDermott, aseguraron en declaraciones al portal de internet especializado en famosos TMZ, que Jett había dejado de tomar su medicación contra los ataques debido a que cada vez resultaba menos eficaz y por la preocupación familiar con respecto a sus efectos sedundarios.
"Jett fue el hijo más maravilloso que dos padres podrían haber pedido e iluminó las vidas de aquellos con los que se encontró. Estamos con el corazón destrozado", afirmó Travolta en un comunicado hecho público el domingo.
El entierro de Jett Travolta será en Ocala, Florida.
EFE