Luego de diez años entre Lisboa y Madrid, el festival de música internacional Rock in Rio, regresará en 2011, donde se pretende establecer de forma definitiva.
La octava edición del festival, celebrado por primera vez en Río en 1985, tendrá lugar el último fin de semana de septiembre y el primero de octubre del año que viene, anunciaron el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, y el empresario brasileño Roberto Medina, propietario de los derechos del certamen.
Para la próxima edición, la organización espera congregar a 120.000 espectadores en cada uno de los seis días de conciertos, en los que habrá un programa con 14 horas diarias de espectáculos. Medina explicó además que habrá días temáticos, dedicados al heavy metal, a la música electrónica y al pop, entre otros estilos.
Además, se repetirán fórmulas utilizadas en ediciones anteriores, como la organización de un escenario en el que músicos de diferentes estilos se unirán para actuar juntos de forma puntual. También, se instalará en el recinto una noria y otras atracciones y se dedicará un espacio a la celebración de desfiles de moda.
Con una inversión de 34 millones de dólares, la alcaldía de Río va a edificar y preparar el terreno del festival, que ocupará un área de 150.000 metros cuadrados. Después del festival, el recinto se convertirá en un espacio multiusos y en 2016 se utilizará como parte de las instalaciones de la Villa Olímpica.