En 1997, se hizo de uso comercial el auto tune como un efecto vocal. La primera en utilizarla fue Roy Vedas en la canción “Fragments of Life”.
A mediados de 1998, Cher llegaría a los estudios discográficos para grabar un popular tema. Durante la sesión, sus productores, Mark Taylor y Brian Rawling, descubrieron que con una configuración diferente en las consolas de audio, se podía crear un sonido futurista robótico en la voz de la cantante.
A ellos les gustó como sonó y decidieron continuar con este efecto. El resultado es la canción “Believe”, lanzado un 19 de octubre de 1998 y que formó parte del álbum del mismo nombre. La combinación de la música, la voz y la letra en este tema hacen que el autotune se sienta muy bien utilizado, dando esa sensación de futurista, extraña y muy íntima. No por nada, este hit de Cher es uno de los sencillos más vendidos del mundo.