Si hay una imagen del cine de los años 50 que predomina en nuestras mentes, ésa es la de Montgomery Clift, Marlon Brando, James Dean y William Holden, cada uno representante del héroe rebelde: los románticos, taciturnos y fracasados que encarnaban las fantasías de las mujeres y de algunos hombres, al tiempo que las combatían.
Brando era la pulsión, el grito lacónico. Era un salvaje con el que uno podía tener problemas. Dean podía parecer un cachorrito indefenso, inocente y a la vez arisco. Y en su más extensa gama de matices fluctuaba entre el superego y la neurosis.
Si Brando y Dean representaban las clases baja y media respectivamente, Clift era la clase alta, el refinamiento, el ego que encajaba en cualquier estructura excluyente. Poseía además una sensibilidad vulnerable que formaba parte también de su vida personal.
El atractivo de Clift reside en que es una figura romántica, más que un símbolo sexual como William Holden, personaje rutilante de estos años, que proyectó un encanto descreído, con el cual podría haber seducido a cuanta mujer se topara en su camino.
Con estos nombres de la época dorada de Hollywood, el Instituto Cultural Peruano Norteamericano - ICPNA presenta el ciclo “Rebeldes con causa”, integrado por cuatro filmes.
Las proyecciones se realizarán en el Auditorio ICPNA Lima Centro (Jr. Cuzco 446). El ingreso es libre.
Lunes 5 de agosto: ‘Rebelde sin causa’
Lunes 12 de agosto: ‘Ambiciones que matan’
Lunes 19 de agosto: ‘Un tranvía llamado deseo’
Lunes 26 de agosto: ‘Sunset Boulevard’