Keith Richards denunció ante la policía que un hombre había forzado la entrada de su casa y tenía un arsenal de armas y explosivos.
La policía del estado de Connecticut detuvo Joseph Callahan, un hombre que preparaba una bomba para el guitarrista de The Rolling Stones. Sin embargo, Callahan aseguró a la policía que “no tenía intención de hacerle daño”.
Luego de 72 horas en observación psiquiátrica, Joseph Callahan fue puesto en libertad y acusado de 112 delitos de posesión ilegal de explosivos, imprudencia temeraria y fabricación de bombas.
Según cuenta su abaogado, cuando fue detenido “estaba inestable mentalmente”.