Rock Hudson, Freddie Mercury y Anthony Perkins fueron sus víctimas. Ni la fama ni el dinero pueden ser obstáculos para el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), enfermedad que arrebató la vida a tres íconos del cine y la música.
Rock Hudson
El apolíneo actor de Hollywood se convirtió en la cara "más famosa" de una extraña enfermedad que lo hizo perder peso y convertirlo en una caricatura del hombre por el que suspiraban millones de admiradoras en el mundo. Sus 50 kg de peso se repartían grotescamente en su casi dos metros de estatura.
Tres meses antes de morir, el 30 de julio de 1985, Rock anunció valientemente que padecía de sida, una enfermedad cosiderada casi tabú. Desde ese entonces, se convirtió en un ícono de lucha contra la enfermedad que diezmaba poblaciones, su aparición en una fiesta de Hollywood donde se recaudó un millón de dólares para luchar contra el sida fue muy comentada.
Su amigo Burt Lancaster leyó su emotivo mensaje de despedida: "No estoy feliz por tener el sida, pero si esto puede ayudar a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia tiene un valor positivo".
Freddy Mercury
La principal figura de la banda de rock Queen fue otra de las víctimas del sida; murió de una bronconeumonía provocada por el sida en 1991, cuando apenas tenía 45 años. Si bien el cantante no quiso hasta el final de sus días que se conociera su padecimiento, creó una fundación para luchar contra la enfermedad que le arrancaba la vida
Con su grupo Queen participó en el festival de rock Live AID, el primero que se hizó a favor de la lucha contra el sida, mucho antes de que supiera que él se contaría entre sus víctimas.
Tras su muerte, se realizó un tributo a Mercury, fue lanzado un disco que se convirtió en el más vendido en Inglaterra y cuyas ganancias (cerca de dos millones de dólares) fueron destinados para luchar contra el virus.
Su fundación siguió recaudando fondos para ser distribuidos a diferentes grupos de caridad yauto ayuda en Reino Unido, Europa y África.
Anthony Perkins
El célebre protagonista de Psicosis, murió a consecuencia de una neumonía provocada por el sida; el actor se enteró de enfermedad prácticamente por la prensa, pero lo mantuvo oculto por temor a no conseguir trabajo. Antes de morir, en 1992, Anthony Perkins, dijo: "He aprendido más sobre el amor, la autosuficiencia y la comprensión humana de la gente con la que me he encontrado en esta gran aventura en el mundo del sida de lo que nunca aprendí en el competitivo mundo del cine".