Con solo dos años, Frances Bean Cobain tuvo que lidiar con un terrible problema: el suicidio de su padre, Kurt Cobain. Para ella, ser hija del líder de Nirvana significó ser el centro de noticia, por más que Courtney Love, su madre, dijo que intentaba mantenerla alejada de los paparazzis y darle una infancia normal.
Frances, ahora con 25 años, demostró su vena musical cuando se grabó cantando “Hallelujah”. Su voz fue elogiada por los fanáticos de su padre, quienes afirman que lleva el talento de su padre. Pero en medio de su talento, hace unos días, Frances reveló que afronta una gran lucha personal: un problema de adicción, sin especificar si se trata de alcohol o drogas.
A través de su cuenta de Instagram y, con deseos de querer ayudar a otras personas que pasan por lo mismo, explicó que se ha mantenido en la sobriedad por dos años. "Este momento es una representación de quién soy el 13 de febrero de 2018. Se siente significativo porque ahora se cumple mi segundo año de sobriedad. Es interesante mi decisión de compartir mis sentimientos sobre algo tan personal”, escribió.
"Mi viaje puede ser informativo e incluso de ayuda para otras personas que enfrentan algo similar. Es una batalla diaria ser atendido por el dolor, la incomodidad, la tragedia y todas las terribles cosas que pasaron o que pueden pasar”, contó. La publicación ha recibido miles "me gustas" acompañados de mensajes de apoyo.
Actualmente, Frances recibe $95 mil dólares al mes por los derechos de publicidad de su padre, según unos documentos que salieron a la luz tras su divorcio del modelo Isaiah Silva. Ella mantiene una relación con el músico Matthew R. Cook.