Las figuras emblemáticas del género del rock han compartido muchas anécdotas que para muchos pueden ser extravagantes y en el que estuvieron involucrados algunos excesos. Una de las historias más sorprendentes involucra a miembros de tres de las bandas más importantes de la historia, Metallica, Guns N' Roses y Skid Row.
Los músicos se reunieron en un bar
Lars Ulrich, el baterista y líder de Metallica, no solo es un genio musical, sino también con las bromas. Una de sus víctimas favoritas fue su compañero de banda, Jason Newsted, quien tuvo que soportarlo por años.
Esta anécdota incluye a Duff McKagan, de Guns N’Roses y a Sebastian Bach, de Skid Row. Bach y Ulrich se conocieron en Canadá en 1990, donde vivieron algunas aventuras y tiempo después decidieron encontrarse en el Rainbow bar de Hollywood.
Las dos estrellas estuvieron bebiendo por horas, Sebastian Bach terminó sentándose con el bajista de Guns N' Roses. Ambos decidieron tomar algunas drogas que estaban de moda en esos tiempos llamadas Quaaludes.
La cruel broma de Lars Ulrich
Duff y Bach perdieron la sensibilidad de sus músculos del rostro, empezando a babear y en cuestión de minutos se quedaron dormidos. Lars Ulrich apareció y se dio cuenta del lamentable estado de sus colegas y decidió jugarles una broma pesada.
“¡Atención a todo el mundo! ¡Venid a haceros una foto con una estrella real del rock! ¡Conoced a Skid Row y Guns N' Roses”, gritó el baterista, llamando la atención de las personas en el bar.
Los músicos estaban al borde de la inconsciencia y sin poder mover la boca, intentaron pedirle que no llamara la atención. Sin embargo, las personas curiosas se acercaron y el de Metallica empezó a cobrar cinco dólares por foto.