El 4 de enero, la princesa del pop sorprendió a sus seguidores al declarar que se retiraría de la música para dedicarse a su familia y sobre todo a su padre, quién se encuentra hospitalizado debido a una futura de colón.
Para esto, Britney Spears ya tenía pactada algunas presentaciones en Las Vegas, las cuales estaban programadas para el 13 de febrero de este año.
Sin embargo, la decisión de su retiro no cayó nada bien a los organizadores y dueños del Hotel MGM Grand - lugar donde se presentaría la artistas- quienes indicaron que la cantante podría enfrentar una multa de 2 millones de dólares. Esto debido a que los tickets para este show ya estaban a la venta.