Uno de los momentos más extravagantes de Michael Jackson que los fanáticos argentinos del cantante jamás olvidarán. El artista visitó la capital del tango en el año 1993, y cuando se destinó a dar un paseo por las calles de Buenos Aires como una persona “común y corriente” en el shopping Patio Bullrich de Argentina, causó tal alboroto que no tuvo mejor idea que salir de escena en un curioso vehículo.
Michael Jackson y su paso por Argentina
La visita de Michael Jackson a Argentina estuvo precedida por un par de años de negociaciones de distintos empresarios de la música de dicho país, siendo el destacado y encargado de estrechar la mano del cantante para cerrar el trato, el reconocido político, Héctor Cavallero.
“Traer a Michael Jackson en el 93 fue tocar el cielo con las manos, primero, porque había una competencia enorme entre los colegas para conseguir ese contrato, después, porque era un artista que podía venir en el momento más importante de su carrera, normalmente los artistas norteamericanos o europeos fuertes venían después de 20 años. El de Michael era el lanzamiento de su tercer disco, ya había hecho “Thriller” y “Bad”, fue una conmoción mundial, salió a América latina y primero a la Argentina, fue fuerte la sensación de triunfo de haber conseguido el contrato y la satisfacción de haber hecho tres estadios River. Fue el hito más fuerte en mi carrera como productor, después de eso decís: ‘¿y ahora qué hago?’”, señaló en una entrevista el reconocido productor para la revista Noticias de Argentina.
Fue así que Michael Jackson llegó a la tierra del tango, bajo el impacto total de sus miles de seguidores latinoamericanos, quienes no esperaban que ese momento se haya convertido en realidad. El paso del “Rey del pop” fue parte del tour de presentación del álbum “Dangerous” lanzado en el año 1991.
Michael Jackson causó alboroto en Argentina
Lo más curioso de su llegada a tierras gauchas, fueron los motivos por lo que prefirió ir a dicho país. Pues, como suele contar Cavallero, Michael Jackson precisó que como se aburría en sus vacaciones suizas, prefirió anticipar su viaje al país del sur.
El monarca del pop pasó gratos momentos en su visita a Argentina, desde realizar actos muy extravagantes como cerrar un parque de diversiones para él solo, así como “molestar” a los huéspedes del hotel Four Season, pues tocaba el arpa en reiterados momentos en su alojamiento en el famoso recinto.
Sin embargo, una de las anécdotas que más sobresalen del Rey del Pop, fue el que ocurrió en el Patio Bullrich, un reconocido y concurrido shopping argentino.
"Uno de los días de su estadía, le digo a los guardaespaldas de Michael: 'No van a salir a ningún lado, no se van a mover'. El no quiso la limusina, y le pusimos una camioneta a su disposición. Hasta ahí todo bien. Salgo del estacionamiento del hotel, doy la vuelta, paso por la puerta del Patio Bullrich y me encuentro con un escándalo descomunal. Dije: 'Este se fue para ahí'. Dejo tirado el auto, me bajo, y me meto al shopping a ver qué pasaba”, señaló Cavallero.
El poroductor añadió "Por supuesto, estaba en un local, que ahora no existe más. Mientras, 250 personas estaban enloquecidas haciendo temblar los vidrios. Y él matándose de risa en uno de los vestidores del local. Le digo: 'Vos te reís, pero ahora no sé cómo salimos de acá'. Los diez guardaespaldas que tenía estaban con una cara de susto... No podían controlar la situación. Ahí me pregunta: '¿Qué hacemos?' , y le contesto: 'Esperá; vamos a buscar una solución'. Hablo con la policía, con sus guardaespaldas... Y me entero que al lado de ese local había una puerta que iba directo al estacionamiento".
Es en ese preciso que, ante la desesperación, tuvieron que tomar medidas sumamente drásticas: "Hicimos un cordón con la policía y los guardaespaldas. Cuando salimos volaba todo. Un escándalo. Llegamos a la puerta, nos metemos, bajamos por la escalera y cuando llegamos al estacionamiento me doy cuenta que no tengo el auto ahí. ¡Estaba en la calle! Y la camioneta también", sostuvo el reconocido productor.
"Un señor, con un Renault 12 colorado, salía del estacionamiento. Lo paro y le digo: 'Sacame de acá'. Le abro la puerta, le siento a Michael Jackson al lado y yo, atrás. El tipo giró la cabeza, lo miró y no lo podía creer. Y salimos. Esto es para hacer una película... Si lo contó, seguramente nunca le creyeron. No sé. Nunca más tomé contacto con él", concluyó entre risas Héctor Cavallero.
El recordado productor y político, guarda con mucho cariño esta anécdota, por lo que cada vez que tiene oportunidad de repasarla, brinda detalle a detalles de lo sucedido en aquella visita de Michael Jackson en el año 1993. Sin duda alguna, uno de los momentos más insólitos de “Rey del Pop”, para salir de un apuro.