Metallica: Cuando Lars Ulrish descubrió que podía comprar casas a sus 22 años

Lars Ulrish, uno de los líderes de Metallica, habló sobre cómo se enteró que podía comprar casas con las ganancias de la banda.

Metallica: Lars Ulrish y la sorpresa que podía comprar casas a sus 22 años | Fuente: IG: Lars Ulrich

El danés Lars Ulrish, baterista y uno de los líderes de Metallica junto a James Hetfield, cuenta con una gran lista en su discografía con Metallica, convirtiéndose en un ícono de la banda y sus fanáticos. Sin embargo, el también compositor no pensaba que su talento lo llevaría a ganar grandes cantidades de dinero, realidad que se enteró a sus 22 años.

Lars Ulrish y su decisión de ser músico

Lars Ulrish, en una entrevista con GQ Magazine, contó que no se dio cuenta en qué momento decidió ser músico, ya que pensaba seguir en el mundo del deporte como su padre, sin embargo, la música era su pasión: “No estoy seguro de si fue un día en concreto. Crecí en un mundo de tenis y deporte y, en cierto momento, pensaba -ignorante de mí- que iba a seguir los pasos de mi padre en ese camino (…) Cuando tenía 16 o 17 años, me di cuenta de que aquello no iba a pasar, aunque no sé si pensé en ser músico en aquel momento. Siempre me ha encantado la música, la energía, el espectáculo del rock and roll, siempre ha sido mi pasión”.

Lars Ulrish y el momento que se enteró cuanto ganaba con Metallica

Por otro lado, Lars Ulrish no sabía que su trabajo en Metallica era tan remunerativo, pese a que eran abridores de conciertos de Ozzy Osbourne: “He contado esta historia un par de veces, pero cuando estábamos a la mitad del tour promocional de 'Master of Puppets', estuvimos entre seis y ocho meses abriendo para Ozzy Osbourne y el último show en Estados Unidos tuvo lugar en algún lugar de Virginia”.

Lars Ulrish cuenta que el mánager de Metallica se reunió con todos para contarles que habían ganado tanto dinero que podían comprar casas. Asimismo, detalló que a sus 22 años hacía música porque lo motiva y pasaba tiempo con su grupo: “Nuestro mánager vino y tuvo una reunión con nosotros en la parte de atrás del nuestro bus aquella tarde. Se sentó y nos dijo que habíamos ganado suficiente dinero como para poder comprarnos casas cuando volviéramos de la gira (…) Fue bastante surrealista porque, en el tiempo que nos llevó hasta allí, nunca nos había motivado el dinero. Yo tenía 22 años, así que llevábamos unos cinco con el proyecto, y todo lo que queríamos era divertirnos, tocar música, pasar tiempo juntos, bebernos un par de cervezas y lo que viniera con ello”.