Los Rolling Stones volvieron a los escenarios impecables, sin embargo, se extendieron 35 minutos con su show en el O2 Arena de Londres, por lo que deberán pagar una multa de casi 250 mil euros.
Según se supo el concierto debió terminar a las 10:30 de la noche. Pero la banda siguió de largo y bajó del escenario a las 11:05.
"Es una multa considerable. Pero ellos se dedican a lo suyo. Nadie los estaba controlando en el tiempo", contó Bernard Doherty, agente del grupo.