Amy Winehouse dejó de existir en el 2011 a los 27 años. La cantante murió sumergida en una serie de problemas personales y el alcohol, sin embargo su decaída fue progresiva, siendo testigos de ello sus colegas y amigos.
Paul McCartney fue testigo de ello. El ex Beatle conoció a Amy durante los MTV Awards de Europa en el 2008. Esa misma noche, se encontró con Kanye West, con quien luego colaboraría. “La conocí cuando estaba caminando por el corredor. Sabía que tenía un problema, pero solo la saludé y ella hizo lo mismo”.
McCartney afirma que pudo haber ayudado a la cantante, a quien vió quebrada en ese entonces. “Creo que en ese momento debí correr hacia ella y decirle algo que rompiera con su desesperación. Pero uno siempre se arrepiente de pequeñas cosas que no hizo en su momento”, indicó en la entrevista con GQ.