La muerte de Brian Jones es tan misteriosa como la de otros grandes artistas de la música y del cine. El 3 de julio de 1969, con apenas 27 años, el miembro fundador de The Rolling Stones fue encontrado muerto en la piscina de su casa.
El músico tuvo una vida difícil, las drogas y el alcohol acabaron con su vida y su carrera, tanto que fue echado de la agrupación que lo llevó al éxito. “Estás despedido, eso es todo”, le habría dicho Keith Richards a Jones en una reunión que duró menos de 10 minutos. El guitarrista fue reemplazado por Mick Taylor.
Durante su permanencia en el grupo, Jones fue una pieza importante y creativa para la agrupación. Antes que nada, fue uno de los miembros fundadores y contribuyó en grandes temas que marcaron la carrera de la banda.
Según Discover Music, Jones hizo el slide de guitarra en las canciones: “I’m King Bee”, “Little Red Rooster” y “No Expectations”, tocó el sitar en “Street Fighting Man” y “Paint It, Black”, el órgano en “Let’s Spend the Night Together”, la marimba en “Under My Thumb” y “Out Of Time”. El saxofón y el oboe en “Dandelion” y la armónica en “Not Fade Away” y “Prodigal Son”.
Además de esto, con Jones en el equipo, la banda logró ingresar a los charts de esos años. El músico fue uno de los primeros en hacer un slide de guitarra en Gran Bretaña, además su corte de pelo fue imitado por otros artistas.
Estas son solo algunas de las razones por las que Brian Jones dejó una huella en The Rolling Stones y en la historia de la música como solo los verdaderos 'rock star' saben hacerlo.