En la nota de hoy, te detallaremos los conciertos de rock, que acabaron en un caos total. Cabe resaltar que los fanáticos, se llevaron la peor de las experiencias, que un verdadero amante de la música pueda presenciar.
Caóticos conciertos de rock
Si no has visto el documental de Netflix, titulado “Clusterf**k: Woodstock '99”, entonces te recomendamos que lo observes ahora mismo. En dicha investigación que se estrenó el pasado 3 de agosto, se han compartido entrevistas exclusivas, de fanáticos de rock que asistieron al caótico festival.
Woodstock 99 es recordado para los amantes del rock, como uno de los peores festivales de música de todos los tiempos. ¿La razón?, la pésima organización del evento que terminó en un verdadero desastre.
En un principio se creía que el festival organizado en la base aérea Griffis, un recinto militar de New York, sería el lugar adecuado. Lamentablemente a pesar del excelente line-up de bandas de rock, que se presentarían en el evento, todo terminó en un verdadero desastre.
Los problemas de logística fueron tan graves, que el festival se recuerda como uno de los grandes desastres en la historia del rock. La pésima organización, hizo que los fanáticos destrozaran e incendieran por completo el recinto, convirtiendo a Woodstock 99 en una pesadilla.
Otros conciertos que terminaron en incidentes
- Black Sabbath en Milwaukee (1980): Cuando la banda británica de heavy metal desarrollaba su gira “Heaven and Hell” en Estados Unidos, Geezer Butler fue golpeado con algo que lanzaron desde el público.
“Creo que estaba haciendo la introducción de N.I.B. y escuché el ruido de cómo algo golpeaba en el escenario. Luego me golpearon en la cabeza. Me fui del escenario porque estaba sangrando mucho. Las cosas se torcieron cuando nuestro manager de la banda afirmó al público que Sabbath no volvería al escenario. Todos los asistentes empezaron a revelarse rompiendo ventanas”, describió el artista.
- Iron Maiden en Nueva Jersey (1987): El 8 de marzo de 1987, la banda estaba finalizando un concierto con su canción ‘Running Free’, pero los asistentes del Meadowlands Arena de Nueva Jersey, empezaron a ser muy caóticos. Incluso el evento se describió, con las siguientes palabras:
“Todo el mundo bebiendo, con la música a tope, y rompiendo botellas. Era un lío tremendo. Las botellas estaban por todas partes, cristales por el suelo, y lo más desagradable era ver pañuelos con sangre. Dos coches que estaban en el aparcamiento fueron volcados e incendiados, mientras que a otros les rompieron las ventanillas. Cuando la policía llegó, se llevaron a la comisaría alrededor de unas 30 personas en medio del caos, y el Meadowlands Arena prohibió poco después la venta de alcohol en los conciertos.”