El cantante y guitarrista del grupo británico Tears for Fears, Roland Orzabal, dijo en México que luego de 30 años en el mundo de la música los planes del grupo son "sobrevivir y morir en paz".
El grupo, que este 28 de setiembre tocarán en Lima, se encuentra en México como parte de su gira por Latinoamérica y actúa esta noche y mañana en el Auditorio Nacional de la capital.
"Estamos muy contentos de estar en México. Ayer salimos y bebimos mucho, por lo que hoy tenemos resaca", bromeó, pero "hemos hecho una buena taquilla, así que va a ser un buen show".
Aunque Tears for Fears ya actuaron en este país en 1994 con Orzabal, esta es la primera vez que actúa junto con su compañero Curt Smith, la otra mitad del grupo, aquel con quien lo formó en 1981.
Unos años antes, tras culminar la gira y la promoción del disco "The Seeds of Love", en 1991, ambos integrantes se separaron por diferencias y tras una disputa Orzabal se quedó con el grupo y siguió haciendo música.
Tres discos y 13 años después, ambos necesitaron volverse a juntar y trabajar juntos. En 2004 reaparecieron con "Everybody loves a happy ending".
De sus primeros años ya no queda nadie, solo ellos dos. Las giras también han cambiado. "El grupo es más viejo, estamos más cansados. Además, antes sólo hablábamos de música y ahora tenemos temas más variados, hablamos de familia, de hijos...", contó Smith.
"Somos unos clásicos, música de siempre, la gente nos sigue por lo que representamos", dijo el vocalista y bajista, quien recordó la poderosa influencia que grupos como los Beatles han tenido en su música.
Con el paso de los años también ha cambiado la relación con los seguidores y se han apoyado en herramientas como Twitter o Facebook, que les permiten expresarse y contactar con sus fanáticos.
"Antes todo lo que decías tenía que ser medido por los publicistas y ahora eres tú el que lo dices directamente", dijo Smith.
"Ahora puedes decir que estás desayunando sin tener que decírselo a tu discográfica", añadió Orzabal.
A sus 50 años, esta noche actúan en uno de los grandes escenarios de Latinoamérica, que prevé una buena entrada en los dos días de conciertos.
EFE