Era un 20 de noviembre de 1973, The Who cumplía una presentación en el Cow Palace de San Francisco como parte del show “Quadrophrenia”. Previo a este concierto, el baterista de la banda Keith Moon había ingerido una serie de tranquilizantes – que según dicen era para caballos.
El cantante tocó alrededor de catorce canciones, cuando en un momento de la canción “Won’t Get Fooled Again”, el cantante se desvaneció y colapsó encima de su batería. Inmediatamente, el músico fue cargado por los asistentes de la banda.
Al ver lo sucedido, Peter Townshend preguntó quién podía reemplazar al baterista y fue un fanático llamado Scot Halpin de 19 años el elegido. Él tocó con la banda canciones como “Smokestack Lightning”, “Spoonful” y “Naked Eye”.
Mientras Halpin estaba en el escenario, en el backstage, a Moon le dieron una ducha de agua fría, además de una inyección de cortisona. El baterista regresó al escenario 30 minutos después de su desvanecimiento para tocar “Magic Bus”.